La ilustración científica es un campo que se basa en realizar dibujos muy detallados de animales, plantas, microorganismos… con el fin de apoyar visualmente textos científicos o de divulgación de diversas disciplinas como la biología, la botánica o la zoología.
Vanessa González es una ilustradora científica que lleva varios años dedicándose a esto. En su blog sobre ilustración científica da unos valiosos consejos para todos aquellos ilustradores que estén pensado en dedicarse a esto.
Vanessa ha tenido la amabilidad de conceder la primera entrevista a esta web y de permitir usar un par de imágenes suyas para decorar este artículo (cabe mencionar que son de su propiedad y queda prohibido su uso sin su consentimiento). En la entrevista descubriremos como se ha abierto hueco en el mundillo de la ilustración científica y nos dará unos cuantos consejos. Empecemos.
Entrevista a Vanessa González y la ilustración científica
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- Cuéntanos un poco sobre tí ¿Cómo llegaste a decidir qué querías dedicarte a la ilustración científica?Bueno, no fue una decisión de un día sino que la idea fue formándose poco a poco. Ya de niña las clases de pintura eran mi paraíso de la diversión, pero como muchos otros acabe tirando por una formación en ciencias que “era lo que daba trabajo”. En el instituto me gustaba adornar mis apuntes con dibujos, y en la carrera estaba muy orgullosa de los esquemas de mis apuntes. Todo derivó a que cuando estaba haciendo el doctorado en Ciencias del Mar solía trabajar las ilustraciones y era la que hacía las cosas “bonitas”. Pero nunca me lo planteé como una salida laboral.Fue en mi tercer año de doctorado cuando empecé a notar que algo no iba bien. La investigación no me estaba llenando como yo creía y sentía que no estaba donde quería estar. Prefería pasarme las horas haciendo trabajos “gratis” de diseño e ilustración para el departamento que analizando resultados. Empecé a fijarme que en los congresos científicos las presentaciones, los pósters científicos y las ilustraciones estaban hechos por los estudiantes (como yo en aquel momento) y no solo carecían de calidad, sino que les tomaba muchísimo tiempo hacerlas, lo cual los tenía muy estresados.Y ahí lo vi claro, yo quería cubrir ese hueco. Podía aprovechar mis conocimientos en dibujo e investigación, hacer algo que me encantaba y ayudar a mis compañeros ¿qué más podía pedir? Tenía mucho miedo, pero hice mi primer curso de ilustración científica y no hubo vuelta atrás. Así que me lié la manta a la cabeza y mientras terminaba la tesis me apunté a un master de diseño gráfico y a varios cursos más de ilustración.
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- Tienes una experiencia de más de 4 años como ilustradora científica ¿Cómo te introdujiste en el mercado? ¿Cuáles fueron tus primeros encargos?Por suerte, mis directores de tesis creyeron en mí desde el primer momento y no dudaron en hacerme mi primer gran encargo para ilustrar 40 especies de algas de la Bahía de Cádiz. ¡Estaba aterrorizada ante la magnitud de ese encargo! Pero espabile un montón sobre cómo facturar y cómo gestionar un cliente. Con esas ilustraciones, las figuras de artículos que había hecho y algunos proyectos personales ya pude montar un portfolio.Casualmente cuando estaba montando la página web coincidió con que se iba a celebrar un congreso internacional bastante importante de mi sector en Granada al que iban compañeros míos. Así que no dude en hacer 500 folletos sobre mi trabajo, cogí un bus y bañe el palacio de congresos de Granada con ellos jaja. A través de esos 500 dípticos recibí dos encargos de personas desconocidas, lo cual me hizo mucha ilusión. Fueron una portada tesis y dos ilustraciones para un artículo. Tener amigos científicos repartidos por el globo también me ha ayudado mucho. Los pobres siempre se van con un puñado de folletos en la maleta.
- No muchos ilustradores se dedican a la ilustración científica. Muchos no sabrán en qué consiste ¿Podrías explicarnos un poco tu trabajo?Actualmente mi trabajo oscila entre la ilustración y el diseño gráfico. Podría resumirse en que facilito la comunicación científica a través de medios visuales. A veces significa apoyar textos científicos con ilustraciones explicativas. Otras veces ha consistido en diseñar una infografía científica desde 0, diseñar e ilustrar una revista de divulgación, plantear visualización de datos, crear portadas para tesis doctorales o realizar fichas de identificación de especies. No es un trabajo propiamente artístico ya que las ilustraciones deben de ser precisas, pero sí te permite ser creativo.
- ¿Qué proceso sigues para elaborar tus ilustraciones?Normalmente me reúno con el cliente para que me explique que necesita, me cuente de qué va su investigación y me envie el material que él considere necesario para que yo tenga toda la información (artículos científicos, fotografías de metodologías o los sujetos a dibujar, hojas de datos). Con esa información y dependiendo del caso suelo hacer 1, 2 o 3 bocetos muy rápidos para revisar con el cliente.Hace tiempo que no he tenido la oportunidad de trabajar al natural con especies/objetos en el laboratorio, pero lo estoy deseando. Siempre le digo a los clientes “¿¿no me puedes mandar muestras??” ¡Es lo más divertido, y la forma más clásica de trabajar en ilustración científica!, pero con los encargos que he tenido hasta ahora hemos trabajado sobre todo con fotografía y video. La mayoría de las veces el cliente tiene un buen archivo fotográfico, pero otras veces me ha tocado hacer investigación previa sobre el tema.Cuando el boceto está aprobado suelo hacer un boceto más trabajado para una segunda revisión y ver que todo va bien (que yo he entendido la información y que la he conseguido trasmitir correctamente). La comunicación con el científico es vital en el proceso, porque él suele ser el máximo especialista en el tema que tú estás ilustrando y tiene que revisar que la ilustración esté correcta . Si todo va bien, termino el trabajo y le envío al investigador sus ilustraciones.
- ¿Dirías que es necesario haber estudiado ciencias, biologías… para poder representar correctamente los encargos en ilustración científica?No creo que sea necesario, porque como ilustrador científico siempre tienes que contar con el apoyo del investigador que será el que te indique si has comprendido el tema o si el dibujo no representa bien la información. Sin embargo, si considero que tener un background científico es muy beneficioso, ya que te acercas más a la forma de pensar de tus clientes y a sus necesidades.
- ¿Crees que es un buen campo en el que desarrollarse como ilustrador? ¿Hay demanda en ilustración científica?Creo es un campo increíble para el ilustrador curioso que le encante aprender cosas nuevas todos los días. Un día estarás ilustrando una molécula de platino, otro día estarás dibujando ballenas y otro aparatos extremadamente complicados. Adoro esa versatilidad.Sin embargo, no es un campo recomendado para ilustradores que no les guste leer artículos científicos en inglés, investigar o que quieran desarrollarse artísticamente, ya que en ilustración científica no hay apenas “licencias artísticas”. Hay que ser muy preciso en las ilustraciones, y si el pez tiene una hilera de 23 escamas, hay que dibujar 23 escamas.Más que demanda hablaría de que existe una necesidad. Muchos científicos alucinan cuando se enteran de que hay gente que hace ilustración y diseño científico, porque realmente estarían encantados de que alguien lo hiciera por ellos (hay una demanda/necesidad). Desconocen nuestra existencia, o cómo ponerse en contacto con nosotros, pero realmente valoran muchísimo nuestro trabajo. Desgraciadamente el dinero destinado a ciencia e investigación escasea y no siempre pueden permitirse los servicios de un ilustrador científico, al menos en España.
- ¿Has trabajado a nivel internacional? Si es así, ¿Hay mucha diferencia con respecto al mercado español (presupuestos, trato con el cliente, tiempo de espera…)?Sí, he tenido algún encargo internacional y al menos en mi caso la experiencia ha sido estupenda. Los presupuestos son bastante más altos, el adelanto se da por supuesto y valoran muchísimo el trabajo que hay detrás de cada ilustración científica. También suelen estar más pendientes de ti y del trabajo (lo cual puede ser un poco estresante). En general los tiempos de espera para recibir los pagos son una agonía siempre que trabajes con una universidad (independientemente de donde sea), ya que hay tanta burocracia detrás que los pagos suelen retrasarse.
- ¿Estás trabajando en algún proyecto de ilustración científica actualmente? ¿Puedes hablarnos un poco de él?A día de hoy estoy trabajando en dos portadas de tesis ambientadas en el medio marino, una sobre medición de platino en agua de mar y otra sobre el efecto del CO2 en las comunidades bacterianas del sedimento marino. Y en septiembre colaboraré con el Campus de Excelencia Internacional del Mar en el diseño y maquetación de un libro. En octubre quiero participar en el reto de Inktober y presentar 31 ilustraciones científicas a tinta en 31 días, espero sobrevivir jaja.
- ¿Cuál consideras que es tu mejor trabajo?Este verano ha salido a la venta el libro “¿Las algas Se Comen? Un Periplo por La Biología, La Historia, Las Curiosidades y La Gastronomía” cuyos autores son varios profesores del área de Ecología de la Universidad de Cádiz y el cocinero Ángel León. He tenido la suerte de poder ilustrarlo, diseñarlo y maquetarlo y ¡estoy bastante feliz con el resultado final! He podido sentir como me voy desarrollando como profesional y he disfrutado muchísimo en el proceso.
- ¿Puedes dar algunos consejos para aquellos ilustradores que quieran dedicarse a la ilustración científica?Para los ilustradores que no tienen estudios en ciencias les diría “pon un científico en tu vida”. Que no sean tímidos, se acerquen a un departamento de la universidad con una temática que les interese y se presenten ahí a ayudar, a aprender cómo se trabaja en ciencia y con científicos. Conoce a tu cliente.A los ilustradores con estudios en ciencia les diría que aprovechen sus conocimientos para crear un portfolio específico en ilustración científica, y que desarrollen sus habilidades artísticas siempre que puedan (cursos, libros, workshops), de modo constante, tanto con formación específica en ilustración científica como en otras ramas artísticas (desde ilustración infantil a cerámica, lo que más les atraiga). Asistir a diferentes talleres o participar en grupos de ilustración te enriquece profesionalmente y ayuda a desarrollar diferentes estilos de ilustración científica.El caso es no sentirse “menos” por no tener formación artística o formación científica, ya que estamos para aprender.
Espero que te haya sido de utilidad esta entrevista y hayas aprendido algo sobre el mundo de la ilustración científica. Como ves, es un mundo apasionante lleno de nuevas posibilidades. Eso sí, solamente es para ilustradores realistas.